EL HERRADERO
A la edad de 8 o 9 meses, los terneros pasan por el herradero. Consiste en marcar a fuego unas señales imprescindibles para entrar a formar parte del libro genealógico de la raza bovina de lidia. Para realizarlo de la forma mas rápida y para evitar el sufrimiento excesivo del animal se mete en un potro o cajón de contención y se inmoviliza. Para ésto hay que recordar que no por ir mas rápido se acaba antes y mantener siempre la calma, como en todas las labores ganaderas. Para este proceso será necesario que el personal ayude en las tareas de sujeción y herraje.
A los becerros se les coloca el número correspondiente de su camada en los costillares, el guarismo en la paletilla, que es el último número del año en el que nacen, el hierro identificativo de la ganadería en la parte superior de los cuartos traseros (en éste caso nuestra "M" coronada), y en la parte inferior del anca el hierro de la asociación a la que pertenece la ganadería (en nuestro caso la "A" de la Asociación de Ganaderías de Lidia).
Becerro en la manga de acceso al cajón
A los pocos días del herradero estos terneros se separan de sus madres y se dirigen a patios diferentes según el sexo. La granja en la que trabajemos con estos animales deberá estar correctamente acondicionada y equipada para poder manejar a los animales de esta temprana edad.
Desde días después del herradero hasta los dos años permanecerán en un cercado lo bastante grande para que puedan desarrollar al máximo su comportamiento natural, conforme van creciendo empiezan a jugar encarándose unos con otros, pero sobre el año y medio las peleas empiezan a ser frecuentes, por este motivo el parque debe ser lo suficientemente grande para permitir la huida y así facilitar que un animal pueda salir ileso de un enfrentamiento.
Hierro de la ganadería en un becerro
